Los extraordinarios problemas climáticos que ha experimentado la mayor parte del centro de Estados Unidos durante esta temporada de cultivo fueron validados en un reciente informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos que indica que los productores no pudieron sembrar cultivos en más de 19,4 millones de acres en 2019. Esto representa la mayor cantidad de acres de plantas prevenidas desde que este conjunto de datos fue publicado por primera vez por la Agencia de Servicios Agrícolas en 2007 y casi 17,5 millones de acres más de lo que se informó en este momento en 2018. Además, la pauta meteorológica de la primavera, más húmeda, ha hecho que el riesgo de escasez de alimentos para el ganado durante el próximo año sea muy real para muchos de nuestros productores con ganado lechero y de carne.
Como resultado, la Agencia de Gestión de Riesgos (RMA) del USDA ha ajustado las normas de siembra preventiva del año de cosecha 2019 en un esfuerzo por dar a todos los productores de ganado opciones para hacer frente a las condiciones extraordinarias. A principios de junio se introdujo una legislación a nivel federal que daría a los agricultores y ganaderos flexibilidad para utilizar los cultivos de cobertura para la alimentación, en caso de escasez de alimentos debido a la humedad excesiva, las inundaciones o la sequía. La sentencia definitiva se dictó el 20 de junioth permitiendo a los productores que sembraron cultivos de cobertura en acres de plantas impedidas henificar o pastorear esos campos a partir del 1 de septiembre de 2019, en lugar de la fecha original del 1 de noviembre. Además de adelantar la fecha, el ensilado, el henificado y el empacado recibirán el mismo tratamiento que el heno y el pastoreo. Por lo tanto, los productores podrán henificar, pastar o cortar cultivos de cobertura para ensilaje, henificación o empacado en las hectáreas de plantas impedidas a partir de septiembre.
Los cultivos de cobertura tradicionales, como el centeno, el ballico anual, la avena, los guisantes, los nabos, etc., han sido utilizados por los ganaderos con buen éxito en la producción de forraje. Sin embargo, los productores que buscan maximizar el tonelaje pueden haber considerado la posibilidad de sembrar maíz como cultivo de cobertura y luego cosechar para ensilar para ganar más tonelaje.
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